Coordina:
			Mikel Iriondo
Abril
			2005
Esta iniciativa pretende fomentar nuevas áreas de encuentro y trabajo común tanto para universitarios, como estudiantes e investigadores de cuestiones estéticas.
Jordi
			Ibáñez Fanés.
			Profesor titular de Estética y Teoría de las Artes de la
			Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
4,
			5, 6 y 7 de abril de 2005
El
			tiempo imaginado. El problema de la temporalidad en las artes
			visuales.
Este
			seminario plantea el problema del tiempo de la percepción y de la
			mirada referido a imágenes que pueden o no representar tiempo, y
			que pueden o no absorber temporalidad. La cuestión se refiere al
			tiempo que se pone en juego ante fotografías, pinturas, objetos,
			e incluso textos e instalaciones (en menor medida ante cine y
			vídeo). En cada caso lo que se pone en juego puede ser un tiempo
			representado, pero lo que nos interesa es sobre todo el
			reconocimiento, teórico y práctico, del tiempo del espectador,
			del tiempo de la atención, la mirada y la elaboración de un
			sentido, o incluso de eso que podemos denominar el tiempo de la
			“experiencia estética”. 
El objetivo del seminario es
			repasar cómo esta cuestión es abordada por diversas teorías de
			la percepción visual (formalistas, cognitivistas,
			postestructuralistas), y cómo las teorías elaboradas por la
			filosofía, la antropología social y la psicología (el
			psicoanálisis de Freud y Lacan) aportan argumentos que enriquecen
			o matizan el enfoque desde la teoría del arte, la estética o los
			estudios visuales.
Manuel
			Barrios.
			Profesor titular de Filosofía de la Universidad de Sevilla
26,
			27, 28 y 29 de abril de 2005
Derivas
			de la Estética idealista. Una genealogía de la pérdida de aura
			en el arte moderno.
¿Cabe
			seguir teorizando hoy sobre el arte en el sentido de las grandes
			metanarrativas modernas que tuvieron su punto álgido en el
			idealismo alemán? En 1936, Walter Benjamin formuló una
			ambivalente consideración sobre lo que él llamó la “pérdida
			de aura” de la obra de arte en la época de su reproductibilidad
			técnica, que no ha dejado de gravitar sobre el desarrollo de la
			creación artística contemporánea. Asumida en clave nostálgica,
			dicha consideración ha servido a menudo para alimentar un
			exacerbado repudio iconoclasta de las imágenes que pueblan
			nuestro mundo virtual. No obstante, en la medida en que su mirada
			al arte moderno tomó conciencia de la definitiva quiebra del
			ideal formativo clasicista, Benjamin dejó abierta la posibilidad
			de pensar otro horizonte para la experiencia artística, donde
			ésta no acabase relegada a “cosa del pasado”. Su interés por
			la concepción romántica de la ironía y de la artificialidad de
			lo moderno sirve en este curso como punto de partida para
			establecer una genealogía de la crisis en la representación de
			lo real en donde estos elementos funcionan como un principio de
			subversión interna de la Estética idealista, que liberan al arte
			del destino de obsolescencia sancionado por Hegel y lo abren hacia
			un experimentalismo que tiene en Nietzsche a uno de sus más
			conspicuos valedores.
